Las acolchadoras son máquinas agrícolas remolcadas por tractor o, en algunos casos, incluso autopropulsadas, que permiten estirar una película de plástico en el suelo. Esta película, que también puede ser biodegradable y descomponerse de forma independiente sin la necesidad de quitarla, es fundamental para gestionar mejor la fase de cultivo de la plántula. De hecho, la película de plástico de las acolchadoras permite:

  • Obstaculizar el crecimiento de malas hierbas, que pueden llevar a enfermedades, a veces incluso destructivas, de la plántula;
  • Bajar o subir la temperatura, en función de las exigencias climáticas de la plántula

Mediante las acolchadoras es posible asegurar la máxima protección de la plántula, que tiene la posibilidad de encontrarse en el ambiente y en las mejores condiciones para un crecimiento exuberante. Al mismo tiempo, también es posible alargar las temporadas del trasplante gracias a la posibilidad de iniciar con antelación y terminar más tarde con respecto a los cultivos en el suelo desnudo