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La salvia ha sido venerada durante siglos por sus usos médicos y culinarios, y debe su nombre a esas cualidades. Su nombre botánico viene de la palabra latina “salvere”, que significa “salvar”.
La salvia normalmente viene en una de tres formas: fresca, molida y “frotado”. La salvia frotada literalmente viene de las hojas casi como polvo y es extremadamente ligera y esponjosa. La fresca es la más fragante y con mayor sabor, haciendo las recetas más fuertes.
Marca:
El Semillero